Los aislantes térmicos son materiales que presentan una gran resistencia a los cambios de temperatura, para así evitar que el calor o el frío deteriore una propiedad. Por lo tanto, son elementos fundamentales para mantener el confort en domicilios particulares, empresas e industrias.
Además, a largo plazo representan un valioso ahorro económico porque sin los aislantes térmicos la propiedad se deteriora con mayor propiedad, producto de las bajas o altas temperaturas.
Existen varios tipos de materiales que sirven como aislantes térmicos, tanto naturales como artificiales, lo cual puede dificultar la elección final.
Por eso, si estás buscando el mejor aislante térmico para tu fábrica, en SDI vamos a explicarte cuáles son los más recomendables para proteger los diversos ambientes de tu fábrica.
Índice
¿Qué es un aislante térmico?
Un aislante térmico es un material que tiene gran capacidad para resistir bruscos cambios de temperatura o a la transmisión de energía calorífica.
Una propiedad que no esté aislada durante el invierno será afectada por las bajas temperaturas, porque el calor se transfiere desde el interior hacia el exterior. Y en verano, el calor pasa del exterior al interior, lo que significa que la temperatura será elevada.
Con un buen aislante térmico, la industria estará protegida durante todo el año porque mantiene agradable la temperatura en el interior de todos los ambientes.
Esto se traduce en un mayor confort para la propiedad y en un significativo ahorro económico a largo plazo, ya que evitará que se deteriore con facilidad y rapidez.
Es importante indicar que hay materiales de este tipo naturales (la madera y el corcho son los más conocidos) y artificiales (el poliestireno y la lana de roca son ejemplos populares).
Los aislantes térmicos artificiales suelen ser más eficientes porque están diseñados especialmente para esta tarea.
De todas maneras, independientemente del tipo que sea, los más recomendables son los que en su interior tienen diminutas “burbujas” de aire encapsulado que dificultan el paso de la energía calorífica.
¿Para que sirve un aislante térmico?
Un aislante térmico sirve para reducir la transferencia de calor entre dos ambientes con diferentes temperaturas. Su función principal es mantener la temperatura interior de un espacio estable y confortable al evitar la pérdida de calor en invierno y el ingreso de calor en verano.
El uso de un aislante térmico mejora la eficiencia energética al reducir la necesidad de utilizar sistemas de calefacción o refrigeración, lo que resulta en ahorro de energía y en la disminución de las facturas de electricidad o gas. Además, también ayuda a mejorar el acondicionamiento acústico y a crear ambientes más silenciosos y tranquilos.
¿Cuáles son los tipos de aislantes térmicos?
Son varios los tipos de aislantes térmicos, tanto naturales como artificiales, que pueden proteger muy bien el interior de tu fábrica.
Veamos algunos de los más recomendables:
Espuma de poliuretano
Está compuesto a base de petróleo y azúcar, cualidad que hace que se forme una espuma rígida y ligera con una baja conductividad térmica.
Además, destaca por tener una gran adherencia en diferentes tipos de superficie y por ser fácil de aplicar, siendo uno de los mejores aislantes térmicos del momento.
Poliestireno expandido
Material de origen sintético que destaca principalmente por ser muy versátil, siendo uno de los más empleados en el ámbito de la construcción.
Poliestireno extruido
La principal característica de este material es que se puede mojar sin problemas, siendo muy utilizado en la impermeabilización de cubiertas.
Además, presenta una gran resistencia al hielo y deshielo, así como también una gran resistencia mecánica.
Esta es la razón por la que es uno de los más elegidos sobre techos, cubiertas, muros enterrados y tabiquería.
Lana de vidrio
Aislante de origen natural y mineral compuesto por filamentos de vidrio aglutinados a través de resina.
Todo este proceso hace que sean materiales altamente resistentes, además de poseer propiedades ignífugas.
Lana de roca
Son uno de los tipos de aislantes térmicos más utilizados en edificaciones por su alto rendimiento.
En la mayoría de los casos, está compuesto por roca de origen volcánico y un poco de ligante orgánico.
Cabe soslayar también que es un muy buen aislante acústico por la disposición multidireccional de sus fibras.
Celulosa
Formado por papel triturado y tratado con aditivos para hacerlo ignífugo, la celulosa es uno de los aislantes más respetuosos del medio ambiente.
Se suele aplicar a través de insuflado o soplado y es una de las mejores alternativas para rellenar el interior de las cámaras de aire.
Fibra de madera
No es tan conocido como muchas de las opciones analizadas, pero es una excelente opción porque presenta una baja conductividad térmica.
Se suministra a través de paneles rígidos y flexibles.
Corcho expandido
El corcho es un aislante térmico natural ecológico que procede de la corteza del alcornoque.
Presenta una baja conductividad térmica y una muy buena durabilidad, siendo otra opción para considerar.
Vidrio celular
Es uno de los aislantes térmicos más completos porque también es impermeable, incombustible, antiséptico e imputrescible.
Eso sí, es uno de los materiales más costosos del mercado.
¿Cuál es el mejor material aislante térmico?
Al momento de elegir un aislamiento térmico para tu fábrica, el dato más importante a observar es el de la conductividad térmica, que suele estar representado por la letra griega lambda (λ) y que se mide en W/Km.
Refleja la facilidad con la que la energía calorífica atraviesa el material. Cuanto más baja sea la cifra mejor porque significa que pasará menos energía calorífica.
En general, todos los aislantes térmicos tienen una baja conductividad térmica, cuyos números son iguales o inferiores a 0,05 W/Kw.
Esto nos lleva a establecer, con absoluta certeza, que los 5 mejores materiales son:
- Espuma de poliuretano: entre 0,025 W/Kw y 0,35 W/Kw.
- Poliestireno extruido: entre 0,025 W/Kw y 0,039 K/Kw.
- Poliestireno expandido: entre 0,029 W/Kw y 0,046 K/Kw.
- Celulosa: en torno a los 0,4 K/Kw.
- Fibra de madera: alrededor de 0,38 K/Kw.
Beneficios de un aislante térmico
Un aislante térmico ofrece una serie de beneficios significativos, entre los cuales se destacan:
- Ahorro de energía: El uso de un aislante térmico eficiente reduce la transferencia de calor, lo que disminuye la necesidad de utilizar sistemas de calefacción o refrigeración. Esto se traduce en un menor consumo de energía y, por ende, en ahorro económico a largo plazo.
- Confort térmico: Al evitar la pérdida de calor en invierno y el ingreso de calor en verano, el aislante térmico ayuda a mantener una temperatura interior más estable y confortable. Esto crea un ambiente agradable y habitable en cualquier época del año.
- Reducción de la huella ambiental: Al reducir el consumo de energía, el uso de un aislante térmico contribuye a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero y a preservar los recursos naturales. Es una forma de adoptar prácticas más sostenibles y amigables con el medio ambiente.
- Mejora del acondicionamiento acústico: Algunos tipos de aislantes térmicos también tienen propiedades de absorción de sonido. Esto ayuda a reducir la transmisión de ruidos externos, creando un ambiente más tranquilo y silencioso en el interior de los espacios.
- Mayor durabilidad de los sistemas de climatización: Al reducir la carga de trabajo de los sistemas de calefacción y refrigeración, el aislante térmico contribuye a prolongar su vida útil y a reducir los costos de mantenimiento y reparación.
- Control de la condensación y la humedad: Un buen aislante térmico puede prevenir la formación de condensación en las superficies interiores de los edificios. Esto ayuda a evitar problemas de humedad, moho y deterioro estructural.
- Cumplimiento de normativas y estándares: El uso de aislantes térmicos adecuados puede ayudar a cumplir con los requisitos de eficiencia energética establecidos en las normativas y códigos de construcción locales o internacionales.